Ese año salieron 24 bachilleres, de ellos fallecieron cuatro y el 20 de agosto, en el aniversario del colegio se reunieron 15 ex alumnos. “El 100% de la promoción nos profesionalizamos y nos destacamos. La educación era muy buena entonces, para muestra un botón: nuestra promoción”, comentó orgulloso el ex alumno, doctor Abel Barahona.
“Sería interesante hacer un análisis y comparación entre la educación de antaño y la actual para constatar si mejoró o empeoró con la nueva reforma educativa. Toda mi promoción es de profesionales exitosos”, acotó.
En el pasado el colegio no tenía muy buenas referencias porque era de reciente creación y para llenar todos los cursos recibía a estudiantes repitentes de otros colegios, empero contaba con una excelente plantilla de maestros como Mariano Rojas o Jorge Revilla, cuya fama trascendió a nivel nacional, recordó Barahona.
Esta promoción vivió la etapa de transición de un gobierno democrático a una dictadura. Cuando cursaban quinto de secundaria acompañaron al sexto curso en las movilizaciones estudiantiles que buscaban conseguir 200 bancos y la remodelación de una casa antigua para que sea un verdadero colegio, exigencias que tuvieron eco en los demás colegios de Sucrey del país, que extendieron la misma solicitud a las autoridades educativas, recordó el ex alumno, periodista y ex concejal y diputado nacional Aldo Quaglini.
Ya en sexto, el objetivo de la promoción 1965 era viajar al Litoral perdido; como la mayor parte provenía de familias modestas, motivó al estudiante Alberto Rodríguez (ahora abogado y sociólogo) a gestionar apoyo para el viaje.
Tuvo mucha suerte porque logró conseguir pasajes gratis en tren, de ida y vuelta para el tramo Sucre-Ollagüe; una vez allí por gentileza les descontaron el 25% del costo y les dijeron que para el retorno hicieran un oficio para beneficiarse con el descuento del 50%.
El alojamiento tampoco tuvo costo, gracias a un centro de acogida de una organización católica; sólo pagaron su alimentación.
“Éramos jóvenes de 17 años, todos varones, creo que fue la primera promoción de un colegio fiscal que optó por salir del país, estuvimos 12 días en Chile, nos acompañaron el profesor de Cívica Juan José Peña y la profesora de Química Martha Alarcón de Lora”, evocó Quaglini.
Por su lado, Alberto Rodríguez contó que llegaron a Antofagasta un 11 de octubre, Día de la Raza, se alojaron frente al consulado boliviano donde ondeaba la bandera tricolor y al fondo vieron el mar… “La escena nos causó una impresión tan fuerte que todos nos pusimos a llorar”, recordó.
El Gobernador de Antofagasta gentilmente les acompañó en una excursión; asimismo, un encuentro casual con hijos de residentes bolivianos les benefició con una cena y una fiesta en su honor.
“Hoy en día que está en el tapete de la discusión el problema marítimo es cuando más identificados nos sentimos con la causa boliviana de reivindicación”, dijo Rodríguez.
Barahona, Rodríguez y Quaglini piden a las autoridades de educación inculcar patriotismo a los estudiantes desde nivel inicial, mediante la reincorporación de la materia de Cívica.
La promoción estaba conformada por Domingo Ávila, Abel Barahona, Roberto Barja, René Campos, Hugo Céspedes, Julio Cabezas, Alberto Conchari, Edwin Choque, Jamil Eid, Julio Escóbar, Juan Figueroa, Wálter Grandón, Eduardo Linares, Juan de Dios Martínez, Francisco Mejía, Juan Moya, José Nava (+), Ernesto Párraga, Samuel Palenque (+), Juan Pasquier, Orlando Orellana, Aldo Quaglini, Alberto Rodríguez, Javier Reyes (+), Claudio Saavedra, Jorge Toro, Dulfredo Villarroel (+) y Víctor Yáñez.
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